Una guía honesta y sin tecnicismos, pero con ejemplos claros, sobre qué es y qué no es VibeCoding.
1. Primero, lo primero: ¿qué es Vibe Coding?
Imagina que quieres hacer una torta, pero en vez de ir al supermercado, comprar harina, huevos, azúcar y seguir una receta complicada, alguien te da una cocina mágica con ingredientes ya preparados.
En esa cocina, tú solo tienes que apretar botones y arrastrar cosas:
- Botón “Agregar capa de vainilla”
- Botón “Poner crema”
- Botón “Decorar con fresas”
Eso, en el mundo de la tecnología, es Vibe Coding:
Una plataforma de desarrollo visual que te permite “armar” aplicaciones y páginas web sin escribir todo el código a mano, usando herramientas gráficas y piezas listas para usar.
Es como el Lego del software: piezas prediseñadas que encajan para construir algo útil.
2. ¿Y por qué existe?
Hacer software desde cero es como coser a mano un vestido:
- Requiere tiempo
- Requiere habilidad
- Requiere paciencia (y humor cuando algo sale mal)
En cambio, herramientas como Vibe Coding prometen que no necesitas ser un sastre profesional, porque ya te dan las piezas cortadas y cosidas. Tú solo las ensamblas.
Resultado: haces algo funcional en días, no en meses.
3. ¿Lo puede usar cualquiera?
Sí… y no.
Aquí es donde viene el primer “pero”:
- Sí, cualquiera puede empezar un proyecto con Vibe Coding. Es perfecto para hacer un prototipo o un MVP (Producto Mínimo Viable, un “boceto funcional” de una app o web).
- No, no cualquiera puede mantenerlo sano y que crezca sin problemas, porque detrás de esas piezas bonitas hay un motor que sigue siendo código real. Y ese código puede volverse un lío si no se entiende bien.
Ejemplo para mi mamá:
Es como armar una casa con muros y techos prefabricados. Tú puedes ponerlos, y la casa se ve bien… pero si un día quieres ampliar la cocina o mover el baño, vas a necesitar un arquitecto para que no se caiga.
4. Lo bueno de VibeCoding
- Velocidad: Puedes tener algo funcional en poco tiempo. Ideal para probar ideas.
- Menos código repetitivo: Te ahorra escribir las mismas cosas una y otra vez.
- Accesible: Personas sin mucha experiencia técnica pueden lograr resultados.
- Visual: Lo ves casi como quedará, muy “arrastrar y soltar”.
5. Lo malo (o los peligros)
Aquí es donde aplica la frase: “No hay almuerzo gratis”.
- Falsa seguridad: Puedes creer que porque algo se ve bonito ya está bien hecho por dentro.
- Difícil de escalar: Si empiezas a meter cosas sin plan, la aplicación puede volverse un Frankenstein difícil de mantener.
- Dependencia de la plataforma: Si Vibe Coding cambia una funcionalidad o falla, tu proyecto queda atado a eso.
- Bajo el capó, sigue siendo código: Y si el código es feo o repetitivo, tendrás problemas tarde o temprano.
Ejemplo para mi esposa:
Es como cuando en tu consultora usas una plantilla de contrato lista para usar. Sirve para casos simples, pero si un cliente te pide algo muy específico, tienes que llamarle a tu abogado para que no metas la pata legalmente.
6. ¿Cuándo conviene usarlo?
- Cuando quieres probar una idea rápida sin invertir meses de programación.
- Cuando el proyecto es pequeño y sabes que no va a crecer mucho.
- Cuando tienes un experto que pueda “hacer cirugía” si algo se rompe.
No conviene si:
- Planeas que será una plataforma gigante con miles de usuarios.
- No tienes a nadie que entienda la parte técnica cuando pase algo raro.
- Crees que, por ser visual, nunca necesitarás programar.
7. Lo que muchos no cuentan
Esta parte me encanta porque aquí entra el toque realista: El Vibe Coding no reemplaza la lógica y arquitectura del software.
Si construyes mal desde el principio, será más rápido llegar al desastre… pero igual llegarás.
La herramienta es como un auto automático: Fácil de manejar, pero si no sabes que hay que cambiar el aceite y revisar los frenos, un día te quedas tirado en la carretera.
8. Mi frase final
VibeCoding es una herramienta poderosa. Puede ser tu aliada perfecta o tu peor pesadilla.
En manos expertas, brilla y acelera procesos. En manos inexpertas, produce monstruos que parecen bonitos… hasta que intentas usarlos.
Potencial enorme, pero respeto absoluto por lo que hay debajo.