El día de ayer fui con mis amigos frikis a ver una película culta, o eso decía una de mis amigas, al 8 y medio (un cine más bien pequeño con obras independientes o de cine extranjero).
Puedo decir con toda sinceridad que el único cine japones que he visto mucho es el anime, y por ahí Zatoichi alguna vez en clase de japones, pero de lo demás nada, un ignorante completo. Las únicas referencias que tenía eran las antiguas películas de Godzilla, las películas de chinos que pasan por las madrugadas en la TV local (que no tienen nada que ver con el cine japones) y las mismas películas de anime.
Como mi amor por Japón puede más que mi miedo a ver una mala película, pues entré de lo más contento a la sala de cine, una sala muy pequeña, máximo 20 asientos, era obvio que en este cine no se hacen estrenos mundiales, pero era lo suficientemente grande para las 12 personas que veríamos la película, como dato curioso puedo decir: Es la primera vez que veo a alguien entrar con cerveza a una sala de cine; creo que lo voy a probar la próxima vez que vaya.
¿La película?
Estuvo bastante buena, un poco loca de principio a fin, de hecho más al fin que al principio, pero fue buena. Tuvo un relato muy bueno, una trama muy interesante y mantuvo un buen suspenso de principio a fin. No fue la típica película de hollywood (quizá por eso se llama cine independiente… jejejeje).
¿Lo malo?
Pues es cine culto, ustedes saben, si uno no está enterado de la vida, pasión y milagros del protagonista, guinista, director, maquillista, dueño del cine, el que limpia la sala, la que arregla los cojines, etc, etc, etc… pues sales de la sala con cara de «que carajo fue eso» y con las típicas frases «No entendí», «Me perdí cuando estalló la casa», «y ¿cómo dijiste que te llamabas?» o cosas similares.
A los amantes de las cosas locas, las cosas que no entienden, el cine «culto», todas las anteriores, todas y ninguna… o simplemente tienen 100 minutos libres y se consiguieron la película, les recomiendo verla, eso sí, primero dense un salto por este link que por lo menos explica un poco sobre quien era Edogawa Rampo (y yo que pensé que era personaje inventado) ya que una vez que se sabe que él existió y se conoce un poco de su obra, pues la película cobra un nuevo (y real) sentido.
Y así llegamos al final de mi «reseña» de cine japones, creo que tendré que volver a ese cine a culturizarme un poco más.